Quienes somos

El programa de voluntariado de la Fundación Poncemar pretende mejorar la atención de las personas mayores, enfermas, y/o dependientes en Lorca mitigando la soledad no deseada a través de la promoción de un servicio de voluntariado esencialmente intergeneracional.

El programa también pretende fomentar la autonomía y mejorar la calidad de vida de las personas mayores a través de la formación, desarrollo de habilidades y ocio, procurando un envejecimiento activo y saludable.

Se utiliza simbólicamente  la expresión de “Banco” porque el voluntario recibe una recompensa emocional creando un sentimiento positivo, altruista y de bienestar en el voluntario, no hay contraprestación económica, ni relación laboral. El voluntario tiene la opción de canjear su tiempo de voluntariado por créditos del “Banco de Voluntariado de la Fundación Poncemar”, que nacen de la solidaridad con los mayores de los comercios y empresas de Lorca, y que se traducen en descuentos y servicios de ocio y tiempo libre.

Este proyecto está estrechamente vinculado con el de “Lorca ciudad amigable con las personas mayores” promovido por el Ayuntamiento de Lorca, con la colaboración de la Cátedra Poncemar de Gerontología, que procura el bienestar de los mayores en una ciudad más accesible urbanísticamente y socialmente comprometida.

1º Mejorar la calidad de vida de nuestras personas mayores mediante apoyo emocional, compañía y amistad, reduciendo situaciones y sentimientos de soledad.

2º.- Atender principalmente a las personas mayores que se encuentren en Lorca en uno de los Hospitales, Residencias, Centros del Mayor que colaboren con el programa, también mayores que viven en su domicilio, encontrándose en una situación de soledad y aislamiento social.

3º.- Promover la solidaridad en toda la población, y en particular de los jóvenes hacía los mayores, fomentando la colaboración y ayuda mutua, facilitando actividades intergeneracionales.

4º.Sensibilizar a las administraciones públicas y a la sociedad civil de la necesidad que tienen las personas mayores que se encuentran solas de sentirse queridos, mejorando su atención directa y la de sus familiares y/o cuidadores.

5º.- Hacer de modo efectivo de Lorca una ciudad amigable con las personas mayores.

El “Banco de Voluntariado Poncemar” se coordina por profesionales de la Fundación Poncemar en colaboración con la Universidad de Murcia, entidades locales de asistencia a las personas mayores que participan en el proyecto, con los centros o asociaciones que promueven el voluntariado y con los comercios o empresas que contribuyan.

El programa de voluntariado se gestiona a través de una plataforma informática: www.voluntarioslorca.poncemar.com en el que cada voluntario, previamente formado, puede acceder con sus claves y conocer las actividades de voluntariado con personas mayores ofertadas por el Banco para cada día.

La coordinación del “Banco de Voluntariado Poncemar” se llevará desde la Casa del Capitán del Campus Ciencias de la Salud de Lorca, Tfno. 868 888 981, mail: voluntarios@poncemar.com.

España sigue con su proceso de envejecimiento que viene marcando el Padrón Continuo de  INE (Instituto Nacional de Estadística), en los últimos datos oficiales se contabilizan 8.764.204 personas mayores de 65 años en adelante, suponiendo un 18,8% de la población en nuestro país, en Murcia este porcentaje es de un 15,28%. Se prevé según el INE en el año 2066 la cifra de personas mayores de 65 años supere los 14 millones en España.

En el término municipal de Lorca de los 91.730 habitantes 13.624 son mayores de 65 años.

Los cambios demográficos, económicos, laborales y sociales que se han ido produciendo en nuestro país han hecho que se replanteen cuestiones en el tema de una atención personalizada de nuestros mayores ganando años con calidad de vida, de ahí la idea de promover un envejecimiento activo, haciéndoles partícipes y adaptando la ciudad a sus necesidades.

La soledad que sufren es un riesgo para la salud donde influyen factores como: jubilación, viudedad, pérdida de relaciones sociales que llevan a un aislamiento social, haciendo que se vuelvan más vulnerables emocionalmente y físicamente (más dependientes).